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Memoriales Transportes Infantiles
Los trenes de la vida 1938-1939. Los trenes de la muerte 1941-1945

Los trenes de la vida 1938-1939

Después de los acontecimientos de la Noche de los Cristales, el 9-10 de noviembre de 1938, el Parlamento británico otorgó permiso a los niños judíos para entrar en Inglaterra, desde Alemania, Austria y Checoslovaquia, a través de la estación de tren de Friedrichstrasse. Más de 10.000 niños viajaron de este modo desde Múnich, Colonia, Leipzig, Hamburgo, Danzig, Königsberg, Viena y Praga, dejando atrás a sus familias. Los viajes eran organizados por la comunidad judía y los cuáqueros, grupos que fueron estrechamente supervisados por la Gestapo, hasta la frontera alemana.

Aunque el gobierno británico había rechazado que los transportes se dirigiesen a Palestina, las atrocidades en Alemania y Austria impulsaron al gobierno a permitir un número no especificado de niños, menores de 17 años, entrar en el Reino Unido. Los niños fueron admitidos con papeles de tránsito, con la idea de que pronto se reunirían con sus padres, cuando la crisis pasase.

Kindertransport fue el nombre informal que se dio a la operación de rescate, un movimiento en el que muchas organizaciones e individuos tomaron parte: fue la única operación en la que judíos, cuáqueros y cristianos de muchas denominaciones trabajaron para rescatar a niños judíos.

Varios voluntarios alemanes organizaron a los niños en los trenes y a su llegada, cuando fueron alojados en el campamento de verano de Dovercourt o acogidos por familias británicas en diferentes zonas de Inglaterra. Los acuerdos fueron coordinados por el Comité para los Refugiados Judíos británico y pagados mediante donaciones privadas.

La integración de los niños en la sociedad británica fue un proceso desigual. Algunos eran tratados como mano de obra barata, algunos fueron abandonados, otros se integraron con éxito. La mayoría de los parientes de esos niños que quedaron en el Reich fueron asesinados en los campos de exterminio.

El primer transporte llegó a Harwich, Inglaterra, el 2 de diciembre de 1938, con 196 niños de un orfanato judío de Berlín, incendiado por los nazis en la noche del 9 de noviembre. Los transportes desde todas las zonas del Reich cruzaban las fronteras belga y holandesa y pasaban en barco a Inglaterra, aunque cientos de niños se quedaron también en Bélgica y Holanda.

Los transportes finalizaron con el estallido de la guerra, en septiembre de 1939.

Un último transporte partió en el carguero Bodegraven, desde Ymuiden, el 14 de mayo de 1940, el mismo día que cayó Holanda, atacado por aviones alemanes. Los 80 niños de la cubierta se habían quedado de transportes anteriores en la, teóricamente, segura Holanda.

Aunque las cifras exactas no se conocen, aproximadamente 10.000 niños se salvaron con los Kindertransport, principalmente judíos, de Alemania, Austria, Checoslovaquia y Polonia; ninguno de ellos fue acompañado por sus padres.

Los trenes de la muerte 1941-1945

En el otoño de 1941 se llevó a cabo la primera deportación de judíos hacia el Este, desde la ciudad de Berlín (enlazar con Andén 17), incluyendo a mujeres, niños, enfermos e inválidos. Los centros de la Gestapo informaban días antes a los judíos de su próxima deportación y les prohibían salir de casa; el día de la deportación las víctimas eran trasladadas a los puntos de selección por la policía y conducidas a los convoyes, en unas condiciones inhumanas.

Durante el Holocausto, aproximadamente 1.600.000 niños fueron exterminados.

 
La creación del memorial


Muy pocas fueron las iniciativas de este tipo que se llevaron a cabo para salvar a personas judías de su destino bajo el yugo nazi. por eso, el mundo tiene una gran culpa, y los Estados Unidos son unos de los grandes ofensores.

En agradecimiento al pueblo de Gran Bretaña y en conmemoración de los 1.6 millones de niños asesinados durante el Holocausto, se erigieron cuatro esculturas memoriales a lo largo de la ruta de los niños hacia la salvación.

Frente a la estación ferroviaria de Friedrichstrasse en Berlín se erige el memorial: dos de los niños se giran esperanzados, con sus bolsas y mochilas, en una dirección, mientras los otros cinco miran mudos en la dirección contraria; el grupo de cinco niños deja atrás su maleta abierta y su juguete roto, marcados con la Estrella de David, mientras la pareja que va hacia el otro lado lleva sus maletas alegremente, sus juguetes en la mano y sin la Estrella. Junto a ellos una vía lleva a la vida, la otra a la muerte. La escultura conmemora a los 1.6 millones de niños asesinados en el Holocausto y a los 10.000 cuyas vidas fueron salvadas mediante su emigración a Inglaterra.

La escultura del artista Frank Meisler rinde homenaje a la acción de salvamento conocida como los “transportes infantiles”, a la que también debe su vida el propio artista, que viajó en un transporte a Inglaterra en 1939. Se trata de una escultura de bronce, casi de tamaño natural, que recuerda también la libertad para muchos niños judíos.

El memorial de Berlín fue inaugurado el 30 de noviembre de 2008, y fue seguida por memoriales similares en otras estaciones ferroviarias implicadas en los Kindertransport. Por iniciativa del Príncipe Carlos de Inglaterra se colocó un memorial en la Liverpool Street Station de Londres. Por deseo del alcalde de Danzig Pawel Adamowicz, en mayo de 2009 se inauguró una escultura, en recuerdo de los 124 niños que partieron de esa estación. Otra escultura que recuerda estos “transportes infantiles” será colocada en la Hoek van Holland (Rotterdam).

Actualmente, esta escultura hace que las personas se detengan un momento, sobrecogidos, en esta agitada calle. Diferentes placas conmemorativas e informativas aportan al visitante más información.

- Galería de imágenes

Contacto

Denkmäler Kindertransport
Friedrichstrasse S-bahn
www.frank-meisler.com/