Debido al uso que se hizo del campo de concentración y de sus infraestructuras militares por parte del Ejército soviético, no fue posible conmemorar a las víctimas del campo de forma auténtica. Por este motivo, las primeras ceremonias de recuerdo llevadas a cabo tras la guerra, tuvieron lugar en el centro de Oranienburg. En 1950, la policía popular de la antigua RDA se hizo cargo del centro, y así comenzó su destrucción y negligencia.
En 1952-1953, sin ningún tipo de referencia a la importancia histórica del centro, se eliminaron algunos de los edificios principales del memorial, para construir una galería de tiro para la policía, y la población local usó los materiales restantes de los barracones para la construcción. El Ejército de la RDA también estuvo relacionado con la destrucción del centro, cuando en 1956 comenzó a usar el antiguo campo de las SS (las oficinas del campo y de la inspección de campos de concentración), hasta 1990.
En 1956, debido a que un grupo de antiguos ex-prisioneros extranjeros quiso visitar el lugar de sus sufrimientos, el Ejército de la RDA se vio obligado a abrir el campo de custodia preventiva (Schutzhaftlager) al público. Muchos visitantes, tanto de la RDA como del extranjero, criticaron las negligentes condiciones en las que se encontraba el campo.
Aunque los antiguos prisioneros querían que los visitantes tuviesen una visión auténtica de Sachsenhausen, haciendo llamamientos a la preservación de los edificios históricos, el campo de prisioneros fue casi completamente “limpiado de su historia”.
Tras los llamamientos de los antiguos presos, el comité central del Partido Socialista alemán (SED) resolvió construir tres memoriales nacionales: Buchenwald, Ravensbrück y Sachsenhausen, aunque Buchenwald, por motivos políticos, se convirtió en el elemento prioritario.
En contraste con los puntos de vista de los antiguos presos comunistas, que querían asegurar el antiguo complejo de Sachsenhausen y los antiguos edificios de las SS, un grupo de expertos nombrados por el SED redujo sus dimensiones al antiguo campo de custodia preventiva, con lo que gran parte del campo quedaba excluido del memorial.
En la primavera de 1955, el consejo de expertos inició una petición de donaciones para la construcción de un memorial nacional, que en pocos meses recogió más de dos millones de marcos. Reinhold Linger, un arquitecto, fue encargado con el trabajo de planificación del memorial, aunque sus planes fueron descartados; algunas de sus ideas fueron integradas en la planificación del memorial. En 1956, los arquitectos Ludwig Deiters, Horst Kutzat y Kart Tausendschön llevaron a cabo la planificación de Sachsenhausen; todos ellos habían formado parte de los equipos que habían construido los memoriales de Buchenwald y Ravensbrück.
La preeminencia de un concepto artístico, los planificadores cambiaron la forma de la simetría original del campo de concentración.
En abril de 1961, más de 100.000 personas presenciaron la inauguración del memorial nacional de Sachsenhausen, en un momento en que el juicio de Eichmann en Israel, y la situación interna de la RDA pocos meses antes de la construcción del Muro de Berlín), crearon una gran expectación. Los líderes de la RDA usaron la inauguración para demostrar el compromiso del Estado con el anti-fascismo a su propia población, pero también a la población de la Alemania occidental.
Sachsenhausen se convirtió en el tercer memorial de la RDA, mientras que Dachau, el primer memorial de la RFA, no se inauguró hasta 1965. Los medios de comunicación de la Alemania occidental apenas si mencionaron la apertura de Sachsenhausen, y si lo hicieron, era para comparar a las víctimas de los campos de concentración con las de los campos de internamiento soviéticos.
Desde 1953, la forma oficial de recuerdo se había convertido en una rutina, y los líderes del SED explotaron el relativamente extenso anti-fascismo durante el comienzo de la RDA, durante la guerra fría y durante la partición de Alemania, para mantener vigente su propia agenda política e ideológica.
El diseño conceptual del museo fue una consecuencia de la planificación del memorial. Por eso, el museo del campo, que describía la historia del campo, discutía la vida diaria, la resistencia y la liberación del campo. La exposición declaraba que la razón principal del terror nazi había sido consecuencia de la resistencia. Otros elementos, como la mano de obra forzosa de los presos, fueron mostrados, simplemente, como una forma maximizada de los beneficios de la industria. La conclusión que se extraía era que el genocidio de los judíos europeos, de los gitanos, fue debida a la utilización y explotación de esas personas por parte de las compañías capitalistas, ignorando la historia del racismo y del antisemitismo nazi. En analogía a la visión en blanco y negro típica de la guerra fría, la exposición presentaba a la Alemania occidental como la sucesora directa del nazismo, mientras que la RDA se mostraba a sí misma como la “nueva Alemania humanista”.
Fuera del campo de custodia preventiva, las asociaciones de antiguos prisioneros extranjeros diseñaron un nuevo edificio para alojar el “museo de la lucha antifascista por la libertad de las personas europeas”, en 19 partes, cada una de ellas dedicada a un país diferente; la exposición describía la guerra y la resistencia a la Alemania nazi. En la parte de Alemania, el elemento principal era la resistencia, con personajes como el comunista Ernst Thälmann y el socialdemócrata Breitscheid (ambos muertos en Sachsenhausen), como representativos de la ideología del SED. También se mencionaba a Sophie Scholl y el fallido atentado del 20 de julio de 1944, pero no era visto como parte de la resistencia antifascista. El gobierno de la RDA sólo construyó el “museo de los luchadores de la resistencia y el sufrimiento de los ciudadanos judíos” después de diferentes protestas de organizaciones judías.
En ningún momento se hablaba de cuantos judíos habían sido encarcelados en Sachsenhausen ni cómo fueron maltratados colectivos como los gitanos y homosexuales, así como otros prisioneros que no habían sido encarcelados por motivos políticos.
Como resultado de la caída del Muro de Berlín y de la reunificación alemana, el memorial y museo de Sachsenhausen ha sido parte, desde enero de 1993, de la Fundación de Memoriales de Brandemburgo, una organización pública, fundada igualmente por la RFA y el Land de Brnademburgo. El Museo de la Marcha de la Muerte, en el bosque de Below, también es administrado por el memorial de Sachsenhausen; en ese bosque, 18.000 presos, que habían sido enviados por las SS en dirección a Schwerin, estuvieron entre finales de abril y comienzos de mayo de 1945.
En 1995, el memorial de Sachsenhausen fue ampliado para incluir la zona del antiguo campo especial, que había sido construido por los nazis en 1940 fuera de la zona triangular de la prisión. 15 de los barracones de ladrillo originales de esta zona han sido preservados. Dentro de ellos hay vídeos que explican la historia del campo y las duras condiciones de vida, a partir de entrevistas con supervivientes. También existe una exposición permanente sobre la historia del Campo Especial núm. 7 en el museo principal de Sachsenhausen.
Una de las primeras cosas que se ven al entrar en el terreno del antiguo campo de concentración es un moderno edificio que aloja el museo principal. Está diseñado de forma que no se aprecia la presencia de ninguna puerta al edificio desde la puerta principal del memorial.
El Patio Industrial (Industriehof) era un área localizada fuera de la prisión, en el lado occidental del campo de concentración de Sachsenhausen; estaba separado del resto del campo por un muro de ladrillo coronado de alambradas. Estaba destinado a alojar diversas industrias que empleaban a mano de obra esclava del campo. Uno de los edificios de esta zona ha sido destinado a alojar el Museo por las víctimas gitanas del Holocausto.
La zona de ejecución, denominada Estación Z, estaba localizada detrás del muro del Patio Industrial. Cuando el antiguo campo de concentración se transformó en memorial, una sección del muro fue eliminada para que los visitantes puedan observar la Estción Z, que también era la zona en la que se encontraba el antiguo edificio del crematorio, que fue destruido en 1953.
El primer crematorio fue construido en la Estación Z en Sachsenhausen en abril de 1940, y la construcción del nuevo comenzó en enero de 1942; fue finalizado en mayo de ese mismo año. El nuevo crematorio tenía dos salas en las que los prisioneros de guerra rusos que eran comisarios políticos fueron ejecutados de un disparo en la nuca. En 1953 el edificio fue deliberadamente destruido por el gobierno de la Alemania oriental, y actualmente apenas quedan las ruinas de los hornos, cubiertas por una gran estructura. También se encuentra en esta zona una escultura que conmemora a aquellos que desaparecieron en los crematorios del campo. El monumento fue construido en 1961, cuando el antiguo campo de concentración de Sachsenhausen se convirtió en un memorial para honrar a los comunistas y socialdemócratas que se habían opuesto al nazismo.
Justo en la puerta del memorial existe una señal que indica las fosas comunes, cerca de la salida noroccidental del antiguo complejo del campo, con los restos de aproximadamente 12.000 prisioneros que murieron durante la ocupación soviética, en el Campo Especial núm. 7.
Los edificios originales y las estructuras que se preservaban del campo de concentración son “garantes de la memoria”. Tan pronto como se estableció la Fundación, se iniciaron extensos trabajos de rehabilitación y remodelación.
El memorial heredado está caracterizado por una cuidadosa transformación de su topografía histórica, completamente diferente del complejo instalado en el período de la RDA. El énfasis principal en el período nazi lleva a una re-evaluación de las diferentes capas históricas que forman el memorial. La aplicación de proyectos de rehabilitación claves se fundamenta en un programa de inversiones especiales del gobierno federal.
El cambio del diseño del memorial de Sachsenhausen está basado en un concepto descentralizado, que anima a comunicar la historia a los visitantes en los diferentes lugares en los que tuvieron lugar los hechos. Numerosas exposiciones en los diferentes sitios examinan la historia particular de cada uno de ellos y sus lazos en una presentación temática que lleva a un contexto más amplio.
Todo esto está complementado por exposiciones temporales, que se llevan a cabo en el nuevo museo. También hay exposiciones para grupos escolares resultantes de proyectos educativos, talleres y exposiciones para presentar nuevas adquisiciones de los archivos y depósito, etc.
Tras la finalización de los trabajos de remodelación, el Memorial y Museo de Sachsenhausen se ha convertido en un lugar de duelo y recuerdo, en un contexto europeo, aunque también se llevan a cabo las tareas correspondientes a un moderno museo de historia.
El centro de información para el visitante es el primer punto de referencia para los visitantes de Sachsenhausen. Tanto los grupos como las visitas individuales encuentran allí información necesaria para una visita informativa al museo y al memorial. La exposición introductoria presenta los muchos aspectos del memorial histórico y proporciona información sobre las diversas exposiciones.
La visita se divide en un total de 37 puntos de interés destacados. También se pueden ver películas en el cine, situado en la antigua lavandería del campo.
En uno de los talleres de la antigua zona industrial del campo, fuera del recinto de Sachsenhausen, existe una exposición permanente titulada “El genocidio nacionalsocialista de los gitanos”, construida en 2001. La exposición se centra en fotografías y textos que explican la historia de ese genocidio; no hay objetos, sólo imágenes que explican el desarrollo de los hechos. Uno de los paneles informativos está dedicado a los gitanos que fueron transferidos desde el campo holandés de Westerbork a Auschwitz, en mayo de 1944, donde fueron exterminados.
El memorial y museo de Sachsenhausen es un lugar de enseñanza abierta, que ofrece a los visitantes muchas posibilidades para aprender los aspectos principales de la historia del lugar. El departamento educativo del museo ofrece visitas al memorial y visitas especiales guiadas, que describen los diversos aspectos de la historia del memorial. Para los visitantes interesados en un estudio más intensivo del centro, se pueden organizar “días proyectados”, en cooperación con escuelas y centros educativos, que trabajan en conjunto con los jóvenes para llevar a cabo esas visitas. Durante los meses de verano, jóvenes de diferentes países y religiones combinan la historia con el cuidado práctico y la restauración del monumento. El programa de estudios de Sachsenhausen es especialmente presentado y discutido durante las actividades ofrecidas para profesores.
La enseñanza, definida como la adquisición de información, conocimientos y aprendizaje, también debe ser agradable, si quiere ser acertada, especialmente cuando se trata un tema tan sensible como la persecución nazi de los judíos. Debe ser una forma de aprendizaje que sensibilice a personas y acontecimientos, debe ser relevante para la orientación ética y política de la persona y permitir a las personas asegurar que Auschwitz, y el largo camino que llevó a Auschwitz, con sus estereotipos y discriminaciones, no sucederá jamás. La forma de enseñanza más apropiada sería el método didáctico denominado “estudio de descubrimiento”, una forma de aprendizaje basada en las propias iniciativas e intereses del alumno.
Como forma de aplicación de este método didáctico, el museo y memorial ha desarrollado el “caso de estudio del museo: los prisioneros judíos en el campo de concentración de Sachsenhausen”. El museo retrata la historia de los judíos que fueron encarcelados en diferentes períodos y por varias razones en el campo, poniendo el destino de los presos individuales en primer plano. Siempre que ha sido posible, se ha llevado a cabo una reconstrucción detallada de las vidas de los presos, desde su nacimiento hasta su muerte y, si es posible, hasta la actualidad, aunque el punto central de esa reconstrucción biográfica se basa en el período de tiempo que estuvieron en Sachsenhausen.
En la mayoría de los casos, sabemos muy poco sobre los presos que pasaron por Sachsenhausen, aunque el destino de muchos de ellos ha podido ser documentado, pero siempre desde la perspectiva y el punto de vista de los responsables del campo y de la ideología nazi.
Entre los materiales disponibles en el museo tenemos informes de los presos, copias de documentos, fotos y dibujos, etc. Esto permite a los presos, que habían sido silenciados por los SS, ser visibles nuevamente como individuos. Este acercamiento favorece el conocimiento factual trabajando a través de la biografía de los presos, con el lado emocional de aprender sobre los presos. Este tipo de actividades sirve también para la preparación de una visita a Sachsenhausen, y especialmente, para la exposición sobre los judíos presos en el campo.
Contacto
Gedenkstätte und Museum Sachsenhausen
Strasse der Nationen 22
16515 Oranienburg
www.gedenkstaette-sachsenhausen.de