La prisión de Plötzensee se construyó entre 1868 y 1879, como una prisión fuera de los límites de la ciudad de Berlín. Se constituyó en un complejo de estructuras para acomodar a más de 1.200 internos, que incluía muchas zonas al aire libre. Además del edificio de la prisión, el complejo incluía los edificios de la administración, servicios, talleres, enfermería, capilla, alojamientos para los guardianes, etc.
Existe una significativa diferencia entre las penitenciarías y las prisiones alemanas. Las penitenciarías están caracterizadas por un estricto aislamiento y medidas disciplinarias, mientras que los internos de las prisiones son generalmente convictos sentenciados a cortas penas bajo condiciones menos severas. El ánimo de la prisión de Plötzensee era rehabilitar a sus internos, no extraer ningún tipo de retribución de ellos.
Poco después de la toma del poder nacionalsocialista en 1933, la disciplina de la prisión se volvió cada vez más dura. Los objetivos del sistema penal nacionalsocialista se centraban en la retribución, disuasión y “eliminación” de las personas consideradas inferiores. También fue utilizado como recinto para personas que no habían tenido aún su juicio por cargos políticos. Un número creciente de estos casos se presentaron ante los Tribunales Especiales nazis (Sondergerichte), creados en 1933, y ante los Tribunales Populares creados en 1934.
Durante la guerra, un número creciente de extranjeros deportados a Alemania como trabajadores forzosos fue encarcelado. Formaron el cuarto grupo de internos de Plötzensee, después de los presos alemanes, que generalmente tenían cortas sentencias, los sospechosos políticos y los convictos que esperaban su ejecución. Los “criminales habituales” sentenciados a más de un año, no tenían ninguna oportunidad de recuperar su libertad: una vez que habían cumplido su sentencia, eran devueltos a la policía criminal o política, que generalmente los enviaba a un campo de concentración, para la “custodia preventiva”.
Un ataque aéreo, en el otoño de 1943, dañó gravemente la prisión de Plötzensee. El edificio de tres alas de las celdas que alojaba a los prisioneros que esperaban su ejecución fue gravemente dañado. La superpoblación, la deficiente e insuficiente nutrición, las escasas atenciones médicas, se combinaban para crear unas condiciones de vida crónicamente pobres para los internos, sobre todo a partir de la segunda mitad de la guerra. Los internos fueron sucesivamente liberados, en la primavera de 1945. En el momento de la llegada del Ejército Rojo, el 25 de abril de 1945, la prisión estaba casi vacía.
En 1945, los Aliados determinaron que Plötzensee debía servir como prisión juvenil en el futuro. El largo bloque de celdas no fue reconstruido. En su lugar, se construyeron nuevas estructuras para alojar a los delincuentes juveniles.
Ejecuciones en Plötzensee, 1933-1945
Desde 1890 a 1932, un total de 36 personas, convictas de asesinato, fueron ejecutadas en el patio de la prisión. En contraste, 2.891 personas fueron víctimas de ejecuciones judiciales durante los 12 años de terror nacionalsocialista, desde 1933 a 1945. Hasta 1933, sólo los asesinos y delitos muy graves referidos a explosivos, eran castigados con la muerte; en 1938 eran 25 los delitos condenados a muerte. Desde 1939, bajo las leyes criminales especiales de guerra, la pena de muerte se aplicaba incluso en casos de delitos menores. Entre 1933 y 1936, en total 45 personas fueron ejecutadas en Plötzensee.
Los prisioneros condenados eran alojados en el edificio de celdas directamente adyacente a la zona de ejecuciones. Pasaban sus últimas horas en celdas especiales, situadas al nivel del suelo.
Las familias de los ejecutados debían pagar la “factura de costos”: la fiscalía cargaba 1,5 RM pro cada día de custodia en Plötzensee, 300 RM por la ejecución y 12 pfennings para cubrir los gastos postales de la “factura de costos”.
Las 2.891 personas ejecutadas en Plötzensee durante el régimen nazi incluyen aproximadamente 1.500 condenados por el “Tribunal Popular”, y unos 1.000 por los Tribunales Especiales. Las otras 400 víctimas fueron sentenciadas por los tribunales militares, el Tribunal del Reich, la corte de apelaciones y otros tribunales del Estado.
Aproximadamente la mitad de los ejecutados eran alemanes, la mayoría de ellos sentenciados a muerte por actos de resistencia contra el Estado. Sin embargo, las víctimas del sistema judicial nazi en Plötzensee también incluían a muchas personas acusadas de delitos menores. Este sistema judicial era aún más cruel hacia los extranjeros convictos de algún crimen: 677 presos ejecutados procedían de Checoslovaquia, 253 eran polacos, y 245 franceses. Esas personas incluían tanto miembros de organizaciones resistentes como personas deportadas a Alemania como mano de obra forzosa.
En el verano de 1942, la Gestapo descubrió una organización de resistencia, la Orquesta Roja. El Tribunal Militar del Reich pronunció las primeras sentencias de muerte en diciembre de 1942. La mayoría de los implicados fue ejecutada en los primeros días de mayo de 1943.
A comienzos de septiembre de 1943, un total de unos 300 presos estaban sentenciados a muerte y confinados en Plötzensee, esperando la resolución de sus procedimientos de clemencia. Después de una queja del propio Hitler ante el Ministro de Justicia, 186 de ellos fueron ejecutados en la noche del 7-8 de septiembre de 1943; en total, más de 250 personas fueron asesinadas entre el 7 y el 12 de septiembre de 1943.
A raíz del intento de golpe y de asesinato del 20 de julio de 1944, que marcó el punto de inflexión en la política interior nazi, se intensificó el terror en Alemania. Entre el 4 de agosto y el 14 de septiembre de 1944, 55 oficiales del ejército fueron expulsados de la Wehrmacht (para poder pasar al Tribunal Popular) y otros 29 pasaron por “tribunales de honor”. Esto marcó el inicio de una serie de 50 juicios que finalizaron con más de 110 sentencias de muerte. Desde octubre de 1944, esos juicios incluían a personas que habían ayudado a fugitivos y personas que habían dado su apoyo a aquellos relacionados con el golpe. Roland Freisler, el Presidente del Tribunal Popular, presidió la mayoría de estos juicios, hasta que en febrero de 1945 murió en un ataque aéreo, durante una sesión. |