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Memorial del campo de concentración de Ravensbrück
Construido entre noviembre de 1938 y abril de 1939, el campo de concentración de Ravensbrück fue el más grande en Alemania, destinado especialmente a mujeres, situado a unos 90 km al norte de Berlín.
Se ha estimado que entre 1939 y 1945 pasaron por ese campo y sus campos satélites más de 132.000 prisioneras, muchas de las cuales iban acompañadas de niños y bebés, de las que sólo aproximadamente 40.000 sobrevivieron. Además, 20.000 prisioneros, así como 1.000 muchachas adolescentes, fueron encarceladas en el cercano Jugendschutzlager Uckermark, desde 1942.
Las primeras prisioneras llegaron en un convoy de aproximadamente 900 mujeres, procedentes del campo de concentración de mujeres de Lichtenburg, en Sajonia, en mayo de 1939. A finales de 1942, la población de mujeres internadas se había incrementado hasta alcanzar las 10.000. En enero de 1945, la población del campo había crecido hasta 45.000 personas, mayoritariamente mujeres.
También hubo numerosos niños en el campo. Al principio, llegaban con sus madres, gitanas o judías que eran internadas en el campo o que nacían ya en la prisión. También hubo internados algunos niños checos procedentes de Lidice, en julio de 1942. Igual que en el caso de las mujeres, también los niños representaban a todas las naciones ocupadas de Europa. Entre abril y octubre de 1944, su número se incrementó considerablemente, especialmente gracias a grupos de gitanos procedentes del campo gitano de Auschwitz-Birkenau, y los hijos de mujeres polacas que habían sido internadas en el campo de Ravensbrück después del colapso del alzamiento de Varsovia de 1944; otro contingente importante era el de los niños judíos que llegaron después de la clausura del ghetto de Budapest. Con algunas pocas excepciones, todos los niños murieron de desnutrición.
Además del personal administrativo masculino, el personal del campo incluía a unas 150 guardianas de las SS, asignadas para la supervisión de las prisioneras. Además, Ravensbrück sirvió como centro de entrenamiento para más de 4.000 supervisoras de las SS. El término técnico utilizado para estas guardianas en los campos nazis era Aufseherin; la mayoría de estas mujeres sirvieron en Ravensbrück, aunque muchas fueron destinadas a otros campos. El tratamiento que estas mujeres daban a las presas era brutal: Elfriede Müller, una de las SS-Aufseherin en el campo era conocida como la “Bestia de Ravensbrück”.
Las condiciones de vida en el campo eran inhumanas: miles de mujeres fueron fusiladas, ahorcadas, gaseadas o tuvieron que trabajar hasta la muerte. Periódicamente, las autoridades de las SS realizaban “selecciones” en las que se aislaba a las presas consideradas demasiado débiles para trabajar y las asesinaban; al principio las “seleccionadas” eran fusiladas, pero desde comienzos de 1942 fueron transferidas a centros de eutanasia o al campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau.
En el verano de 1942 comenzaron a llevarse a cabo una serie de experimentos médicos con mujeres. Los médicos de las SS experimentaban con varias sustancias químicas para prevenir infecciones, métodos para el transplante de huesos que incluían amputaciones, etc. La mayoría de las 86 mujeres sujetas a estos experimentos murieron, y el resto sufrió daños físicos permanentes. También se llevaron a cabo experimentos de esterilización con mujeres y niños, mayoritariamente gitanos, para intentar desarrollar una forma eficiente de esterilización.
Todas las internas debían trabajar en el campo, principalmente en las explotaciones agrícolas y la industria local. Muchas fueron empleadas en los trabajos exteriores para la construcción de piezas de los cohetes V-2, dentro de la factoría de Siemens AG. También fueron construidas numerosas factorías cerca del campo, para la producción de componentes textiles y eléctricos. A partir de 1944, Ravensbrück se convirtió en el centro administrativo de un sistema de más de 40 subcampos, con casi 70.000 trabajadores forzosos, principalmente mujeres, empleados.
Las mujeres, niños y hombres que pasaron por el campo de Ravensbrück procedían de todas las partes de Europa, aunque el grupo nacional más importante era el de mujeres polacas. Entre las prisioneras había numerosas judías, gitanas y testigos de Jehová. De acuerdo con las listas de transporte, la mayoría de las prisioneras procedía de Polonia, la Unión Soviética, Alemania y Austria.
Los cuerpos de los muertos en el campo eran cremados en el crematorio cercano de Fürstenberg, hasta 1943. Ese año, las autoridades de las SS construyeron un crematorio cerca del campo, y en el otoño de 1944 se construyó una cámara de gas, cerca del crematorio.
A finales de marzo de 1945, las SS ordenaron a las mujeres que aún eran físicamente capaces de caminar que abandonasen el campo, iniciando así una Marcha de la Muerte de más de 20.000 prisioneras hacia el norte de Mecklenburg, huyendo de las tropas soviéticas. Poco antes de la evacuación, las SS entregaron a varios cientos de prisioneras, especialmente francesas, a oficiales de la Cruz Roja sueca y danesa.
Unas 3.500 mujeres y unos 300 hombres desnutridos y enfermos permanecían en el campo cuando fue liberado por el Ejército Rojo, el 30 de abril de 1945. Los supervivientes de la Marcha de la Muerte fueron liberados por una unidad soviética, pocas horas después.
En los años que siguieron a la liberación, los barracones y estructuras similares fueron desmanteladas, y el Ejército Rojo utilizó la propiedad para funciones militares, un uso que se mantuvo hasta 1993. |
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La creación del memorial
El primer memorial
Poco después de la liberación, se crearon tres cementerios, alrededor del campo; a comienzos de los años 1950, los cuerpos enterrados en ellos fueron transferidos a fosas comunes a lo largo del “muro de las naciones”, junto con las cenizas encontradas alrededor del crematorio.
Las primeras celebraciones memoriales en Fürstenberg y Ravensbrück tuvieron lugar a finales de los años 1940. El Museo Memorial Nacional de Ravensbrück (Nationale Mahn- und Gedenkstätte Ravensbrück) fue erigido en un terreno directamente orientado al lago Schwedet, y fue bordeado por el muro del campo. La inauguración de este primer museo se llevó a cabo en septiembre de 1959, junto a las de Buchenwald y Sachsenhausen.
El memorial contiene parte del muro del campo, donde un gran rosal marca el lugar de una fosa común. También incluía un monumento creado por Will Lammert (Tragende), el crematorio y las antiguas celdas de la prisión, conocidas por los prisioneros como el “Bunker”.
El primer museo del campo fue instalado en las antiguas celdas de la prisión. En 1977, el Ejército Rojo devolvió los edificios del campo de concentración a la RDA, y en 1984 se creó en ellos el “Museo de los luchadores antifascistas de la resistencia”. En 1992, de acuerdo con las recomendaciones de una comisión de expertos de la Fundación de Memoriales de Brandenburgo, la exposición de documentación (centrada sólo en una versión de la historia) fue desmantelada y reemplazada en mayo por una exposición más pequeña. En 1993 comenzó la preparación de la exposición “Ravensbrück: topografía e historia del campo de concentración de mujeres”. En 1994, la exposición “las mujeres de Ravensbrück” fue inaugurada, consistente en cortas biografías de 27 antiguas prisioneras del campo.
En los años 1980 la dirección del memorial desarrolló la prisión como una “exposición de naciones”, permitiendo a los países individuales la oportunidad de diseñar zonas independientes: 17 salas fueron creadas y algunas rediseñadas posteriormente. Posteriormente se añadieron tres salas más: en 1991 una para los participantes en el atentado del 20 de julio que fueron encerrados en Ravensbrück, en 1992 dedicado a los judíos, y en 1994 a los gitanos. En otra sala se muestran exposiciones especiales. Desde 1993 se crearon tres grandes exposiciones, que fueron destinadas a ofrecer una visión general del campo de mujeres y una historia del uso del memorial tras 1945, mostrando también los destinos individuales de los presos del campo.
Desde 1993, el Museo Memorial de Ravensbrück forma parte de la Fundación de Museos Memoriales de Brandemburgo. Además, el personal del museo ha comenzado a desarrollar nuevas formas de relaciones públicas más abiertas, mejorando la comunicación y el trabajo educativo. Desde ese período, se han desarrollado más de 20 exposiciones especiales, se ha intensificado la investigación y los programas educativos han sido rediseñados, y las colecciones de los diferentes departamentos han sido ampliadas.
En abril de 2002 se abrió el centro de encuentro juvenil internacional de Ravensbrück.
Desde el año 2001, la sección norte de la antigua zona industrial se ha abierto al público. Allí, los visitantes pueden ver un testimonio arquitectónico especialmente importante del trabajo esclavo, una antigua factoría textil de las SS, con ocho salas recientemente reestructuradas. Además, se han utilizado dos casas del antiguo asentamiento SS para la reflexión y exposiciones sobre los perpetradores. Otros edificios son usados como casas para huéspedes y centro de encuentro para jóvenes y supervivientes.
El memorial combina sus funciones conmemorativas con la educación histórico-política y la investigación. Por tanto, simultáneamente realiza funciones de recuerdo y duelo, así como de preservación e investigación, un centro de educación y un reflejo del pasado.
Funciones educativas
Exposiciones, visitas, lecturas, películas y otras formas de información pública forman parte de los acontecimientos que tienen lugar en el campo de concentración de mujeres de Ravensbrück, destinados, sobre todo, a describir la vida de los presos. El departamento educativo se concentra en el trabajo conjunto con escuelas, ofreciendo guía a estudiantes y grupos de jóvenes, y desarrollando métodos efectivos para analizar la historia.
Considerando el creciente extremismo de la derecha, el interés se ha centrado también en analizar el comportamiento individual en una sociedad democrática.
Contacto
Mahn- und Gendenkstätte Ravensbrück
Strasse der Nationen
16798 Fürstenberg
www.ravensbrueck.de |
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