Después de la guerra, el campo de Kaltenkirchen fue totalmente borrado de la memoria local. Las fosas en Moorkaten no fueron de conocimiento público hasta 1975, cuando la confrontación con la historia del subcampo y la investigación sistemática de la historia nazi en la región comenzó a afianzarse. Hasta entonces, esas fosas comunes habían sido calificadas como fosas comunes de soldados muertos, que insinuaban que los enterrados eran soldados, no prisioneros.
En un principio, los barracones fueron utilizados como centro de ayuda para refugiados, aunque posteriormente fueron completamente abandonados y se destruyeron. Entonces, los terrenos del campo fueron considerados un “bosque del olvido”.
En la primavera de 1975, después de 30 años del final de la guerra, apareció un artículo en el diario del SPD de Kaltenkirchen, y desde ese momento comenzaron los intentos de clarificación, que estuvieron inspirados por la ferviente intención de abrir el acceso a los hechos ocurridos en la región a las nuevas generaciones. Este proceso se basó en un “grupo de estudio histórico”, bajo la dirección de Gerhard Hoch. A este proceso siguieron un gran número de publicaciones que examinaron progresivamente la vida diaria de la región durante el nazismo. Después de vencer algunas resistencias iniciales, Hoch pudo mantener sus investigaciones y publicaciones, para evitar el olvido.
En 1978 se llevó a cabo la reforma del cementerio de Moorkaten, donde eran enterrados los prisioneros de los comandos exteriores, junto a los prisioneros de guerra soviéticos muertos. Sin embargo, la calificación de fosas de guerra no pudo cambiarse hasta 1992, que se convirtieron en “fosas para prisioneros de guerra y víctimas de campos de concentración”.
En los años 90 se reforzaron las líneas de investigación. En el denominado “bosque del olvido” apenas quedaban rastros de la existencia del antiguo campo de concentración. Por eso, el memorial se convirtió en una necesidad y el resultado lógico de la voluntad existente de despertar la propia historia para la juventud y para el público de la región.
En 1996 tuvieron lugar las primeras excavaciones, durante las que aparecieron las nuevas evidencias del campo. En 1997 aparecieron los restos de los barracones de las letrinas y la lavandería del campo. Todas estas evidencias dieron lugar a la creación del KZ-Gedenkstätte Kaltenkirchen, en 1999; también se fundó la asociación “Memorial del campo de concentración de Kaltenkirchen en Springhirsch”.
El memorial abrió sus puertas en el año 2000, con una inauguración solemne, y desde entonces se ha llevado a cabo una extensa exposición en el centro documental, que se centra en la historia del campo. Desde entonces, el memorial se ha ido desarrollando constantemente.
En diciembre de 2002 se llevó a cabo la inauguración de la exposición permanente, compuesta de imágenes, pinturas, gráficos y textos. Desde abril de 2002, el centro documental está abierto los domingos para los visitantes, y se instaló una escultura de Ingo Warnke, para fortalecer la expresividad del memorial.
Una veintena de escuelas de la región se van turnando mensualmente en las tareas de mantenimiento del memorial. Así, el memorial se convierte en un lugar de aprendizaje de la historia.
Tras más de 25 años de intensas investigaciones y trabajos contra la resistencia, actualmente el memorial existe para recordar los sufrimientos de los internos del campo de concentración de un gran número de naciones. El memorial mantiene el recuero entre los escolares, partidos políticos e individuos de los alrededores sobre la necesaria rememoración de los crímenes del pasado.
Contacto
KZ-Gendenkstätte Kaltenkirchen
Springhirsch
24568 Kaltenkirchen-Nützen
www.kz-kaltenkirchen.de