En 1930, Breslau (actualmente Wroclaw) era una ciudad de 600.000 habitantes, con una comunidad judía de unas 20.000 personas (2.4% de la población total). Después de la toma del poder del Nacionalsocialismo, en enero de 1933, las leyes antisemitas fueron aplicadas en la ciudad de Breslau, igual que en el resto de Alemania. Los negocios de los judíos tuvieron que ser entregados a propietarios no judíos, de modo que el resultado de este robo sistemático fue que en 1936 unos 4.000 judíos dependían del apoyo de la Ayuda Invernal Judía.
Durante el prógrom de noviembre de 1938, los miembros de las SS destruyeron todas las sinagogas de la ciudad, excepto una. La Nueva Sinagoga fue incendiada, y las ruinas fueron despejadas; lo único que queda es la cerca de hierro que rodea el lugar donde estaba la sinagoga. El centro de estudios del Seminario Teológico Judío fue disuelto el 21 de febrero de 1939.
En septiembre de 1941, numerosas casas judías fueron confiscadas, y sus habitantes fueron trasladados a “casas judías”. En noviembre de ese año comenzaron los primeros transportes, primero hacia los campos de tránsito de Riebnig, Grüssau y Tomersdorf.
Entre el 25 de noviembre de 1941 y abril de 1944, los aproximadamente 10.000 judíos que aún vivían en Breslau fueron deportados en 15 transportes hacia el ghetto de Theresienstadt, al norte de Bohemia, y al campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau. Entre los deportados estaba la filósofa Edith Stein, nacida en Breslau en 1891, que murió en Auschwitz el 9 de agosto de 1942.
En el otoño de 1944, después de los primeros bombardeos aéreos aliados, Breslau es declarada una “Fortaleza”. El 7 de mayo de 1945, la ciudad capitula, después de tres meses de asaltos del Ejército Rojo.
Después de la guerra, una parte de la zona oriental de Alemnia pasó a Polonia. Actualmente, la comunidad judía de Wroclaw está compuesta por 300 miembros, y es la segunda más importante de Polonia.
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