El 3 de septiembre de 1939, el Ejército alemán ocupó la población de Bochnia. Después de que las tropas polacas llevasen a cabo una persistente resistencia armada, los soldados alemanes fusilaron a 52 civiles polacos como un “acto de retribución”, en diciembre.
En el otoño de 1939 fue creado el Judenrat local y el servicio de orden judío (Yiddish Ordnungsdienst). Los miembros del Consejo Judío fueron escogidos por los alemanes, y sus principales responsabilidades eran proveer de mano de obra forzosa a las necesidades de la economía de guerra alemana.
También fue empleada esta mano de obra en la construcción de una autopista a través de la Galizia Occidental, en el verano de 1940, como uno de los preparativos para llevar a cabo la ofensiva sobre la Unión Soviética, un año más tarde. Algunos fueron llevados al campo de trabajo cercano de Pustkow; el campo de trabajo de Pustkow era considerado como uno de los más duros, con unas condiciones similares a las de los campos de concentración. La explotación de la mano de obra judía se llevó a cabo desde 1940 hasta el final del ghetto, en 1943.
A finales de 1940, los alemanes comenzaron a enviar a judíos jóvenes (entre 14 y 25 años) al campo de trabajo de Klaj, a pocos kilómetros de Bochnia. En este campo existía una gran fábrica de municiones, antes de la Segunda Guerra Mundial (uno de los más grandes de Polonia). El campo estaba localizado en una zona boscosa, cerca del ferrocarril que conectaba Cracovia a Bochnia y Tarnow. Como parte de la preparación del ataque a la URSS, el Judenrat de Bochnia debía proporcionar la mano de obra para reactivar la factoría, porque era la comunidad judía más importante de la zona.
El campo de Klaj estaba rodeado de una alambrada y de torres de observación, con una guardia permanente, pero su localización en la zona boscosa permitía camuflar las actividades que tenían lugar en su interior. El personal fijo del campo estaba compuesto por unos 150 judíos, junto a 500 soldados y técnicos alemanes; además, había entre 5.500 y 6.000 trabajadores judíos, procedentes de las ciudades de los alrededores. El comandante del campo era el Oberstleutnant Hoffman, una persona honesta que trató a sus trabajadores judíos de forma decente.
En el invierno de 1940, los judíos de Bochnia fueron obligados a llevar un brazalete que los identificaba como judíos; blanco con la Estrella de David en azul. Este método de identificación se mantuvo hasta la liquidación del ghetto, en 1943.
En marzo de 1941 fue creado un ghetto, en el que fueron alojados 15.000 judíos de Bochnia y de las poblaciones de los alrededores. Todos los judíos que vivían fuera de la zona del ghetto tuvieron que trasladarse al interior del mismo, y los polacos que vivían en esa zona tuvieron que intercambiar sus casas con los judíos. Muchas otras familias dependían directamente del Judenrat para su acomodo. Además, los refugiados judíos de los alrededores de Bochnia crearon una situación cada vez peor, porque la sobrepoblación hacía empeorar las condiciones sanitarias del ghetto. En el momento en que la población se trasladó al interior del ghetto, las autoridades alemanas ordenaron la desconexión de la electricidad de la zona.
Desde el comienzo, el ghetto estuvo rodeado de un muro de madera, y guardado por la policía polaca, que era la que controlaba las puertas. La distribución de comida dentro del ghetto quedó en manos de los alemanes, que introdujeron un estricto racionamiento, con unas cantidades claramente insuficientes (sólo se garantizaba alimento para aquellos que trabajaban) y con una casi completa ausencia de productos básicos. También controlaban la ropa de los deportados. Algunas personas arriesgaban sus vidas para hacer contrabando de algunos de estos objetos, comerciando con los agricultores polacos, después de salir del ghetto por la noche. Hasta agosto de 1942 fue relativamente fácil comprar comida en el ghetto.
A finales de 1941 fue creado un hospital en el interior del ghetto, con 45 camas y un personal compuesto por dos médicos y siete enfermeras. Los medicamentos o las instalaciones quirúrgicas quedaban fuera de toda consideración, aunque llegaban algunas medicinas a través del mercado negro.
Los judíos de Bochnia hicieron lo posible para normalizar su vida dentro del ghetto: establecieron una escuela elemental, un centro de estudio de la Torah, etc. Pero todos los signos de actividades educativas acabaron en agosto de 1942, cuando se produjeron las primeras expulsiones.
La utilización de la mano de obra forzosa judía comenzó a ampliarse desde 1940. La comunidad judía consideraba que aquellos que participaban en el esfuerzo bélico alemán tenían mayores posibilidades de sobrevivir, y por eso se crearon los talleres del ghetto. Hacia 1942, aproximadamente unas 2.000 personas estaban empleadas como mano de obra forzosa en los talleres del propio ghetto. Los trabajadores judíos también tenían la opción de no abandonar el ghetto hacia los campos de trabajos forzados y ganaban un salario modesto; además tenían ciertos privilegios especiales, con respecto a suplementos de comida.
Poco a poco, el principal objetivo de estos talleres se completó, cuando la existencia de la comunidad judía de Bochnia se convirtió en un elemento vital para los esfuerzos militares alemanes. El principal taller era el de confección textil, encargado de preparar uniformes militares; otros departamentos se encargaban de la fabricación de ropa interior, zapatos, cepillos, carpintería, motores, aparatos eléctricos, etc. Las materias primas fueron proporcionadas por firmas alemanas.
Esta situación fue tan exitosa que la producción se expandió al ghetto vecino de Wieliczka y a la comunidad judía de Wisnicz. Tanto las empresas como los administradores alemanes de la zona se beneficiaron enormemente de esta producción. Parecía que la comunidad de Bochnia estaba segura, pero había que contar con otro elemento, la Gestapo, que no era parte de esta imagen de beneficios.
No todos aquellos que eran capaces de trabajar en el ghetto podían ser empleados en los talleres. Por eso, apareció una fuerte tendencia a pagar para conseguir uno de estos puestos privilegiados: sólo eran empleadas aquellas personas que tenían lazos estrechos con algunos de los administradores del ghetto o con los personajes importantes.
A pesar de la importancia que los judíos habían adquirido en la economía de guerra alemana de la zona, la Gestapo no estaba dispuesta a dejar que los judíos de Bochnia quedasen fuera del proceso de exterminio que se estaba llevando a cabo.
La liquidación del ghetto comenzó en marzo de 1942. Aunque algunos de los habitantes fueron deportados o fusilados en el bosque cercano, aún llegaban judíos al ghetto en agosto: todos los judíos del distrito fueron concentrados en Bochnia. La primera gran acción de deportación se produjo del 25 al 27 de agosto de 1942, en dirección al campo de exterminio de Belzec; esta vez no había una preferencia hacia los que eran capaces de trabajar, sino que todos los judíos del ghetto estaban expuestos a la deportación. Nuevamente, los ancianos, enfermos y demasiado jóvenes fueron fusilados en el bosque de Baczkow. Casi todo el Judenrat fue deportado hacia Belzec en el último transporte.
La gran acción de agosto de 1942 dejó el ghetto de Bochnia con sólo un millar de deportados, junto a otros 400 judíos que habían podido esconderse de los alemanes. La mayoría de los deportados del ghetto pensaban que estaban siendo trasladados hacia campos de trabajo en el Este. Por tanto, los judíos de las comunidades de los alrededores comenzaron a trasladarse hacia Bochnia, para poder vivir en el ghetto casi vacío. Todos los talleres fueron abiertos de nuevo, mientras que la población del ghetto crecía hasta las 8.000 personas y el número de los judíos empleados en los talleres llegaba a 3.000 trabajadores.
Después de la acción de agosto de 1942, la Gestapo de Bochnia declaró que la comunidad judía de la zona había desaparecido, y el ghetto cambió su estatus, convirtiéndose en un “campo de trabajo”. Este cambio provocó que la presencia de niños dentro de las fronteras del campo se convirtiese en un acto ilegal, por lo que los padres tenían que ocultar a los niños.
El 10 de noviembre de 1942 tuvo lugar la segunda acción de deportación. Todos los habitantes del ghetto debían trasladarse a la Appelplatz, para proceder a la selección. De acuerdo con las declaraciones de los testigos, los trabajadores “esenciales” fueron trasladados fuera del ghetto, junto a sus familias, mientras que el resto de la población era transportado a campos de exterminio. Aunque en principio esta acción debía ser menos importante, se convirtió también en una selección masiva: el número de deportados se situó en más de la mitad de los residentes del ghetto; incluso el hospital fue vaciado; aquellos que se escondieron fueron fusilados en el mismo sitio en el que eran descubiertos.
Poco después de esta segunda acción, la población del ghetto alcanzó nuevamente las 5.000 personas, debido, sobre todo, a las acciones de los Einsatzgruppen, que se dedicaban a destruir las diferentes comunidades que quedaban en Polonia.
Después de la transformación del ghetto en un campo de trabajo, las autoridades alemanas establecieron que todos los habitantes, hombres y mujeres, debían ser empleados en los talleres del campo. El ghetto fue dividido en dos secciones: en la zona “A” debían alojarse aquellos que eran capaces de trabajar; en la “B” los incapaces (enfermos, ancianos, niños y personas sin certificado de trabajo).
A comienzos de la primavera de 1943 tuvo lugar otra acción en el ghetto de Bochnia, para proporcionar un centenar de trabajadores al campo de concentración de Plaszow. La selección se llevó a cabo en el ghetto “B” por los guardias ucranianos, que seleccionaron a aquellos capaces de trabajar; el resto de la cuota, que no pudo cumplirse en el “B”, fue recogida en el ghetto “A”. Aquellos que intentaron esconderse fueron fusilados sumariamente.
El 1 de septiembre de 1943 tuvo lugar la liquidación final del ghetto de Bochnia, y el 2 las autoridades alemanas declararon que Bochnia estaba Judenfrei (libre de judíos). Todos los residentes del ghetto fueron enviados a la Appelplatz, y se llevó a cabo la selección: los que podían trabajar y los destinados al exterminio. Los niños y ancianos, junto al resto de los residentes del ghetto “B”, fueron enviados a Auschwitz (unas 4.000 personas); el resto, aproximadamente un millar fueron enviados al campo de concentración de Szebnie. Los pocos que quedaron en el ghetto de Bochnia fueron destinados a tareas de desmantelamiento del mismo, recogida de los enseres abandonados por los deportados, etc.
Se ha estimado que, aproximadamente, 15.000 judíos fueron deportados desde Bochnia, mientras que otros 1.800 fueron asesinados en la ciudad y sus alrededores. Unos 80 judíos de Bochnia sobrevivieron a la guerra.
La situación en Bochnia después de la guerra, se parecía mucho a la de cualquier otra ciudad de Polonia. Muchos de los supervivientes que intentaban esconderse en los bosques cercanos fueron asesinados por polacos locales. Los que consiguieron llegar a Bochnia no fueron bien recibidos por la población y, por su propia seguridad, abandonaron la región hacia Cracovia. |