Después de la invasión de Holanda, en mayo de 1940, los ocupantes alemanes utilizaron la base militar “Kamp Schoorl”, construido en 1939 para la infantería, en un campo de internamiento para ingleses, franceses y belgas residentes en Holanda. Se trataba de un campo destinado a “enemigos extranjeros”. En este papel de Internierungslager (campo de internamiento), quedaba bajo la supervisión del Comandante de la Policía de Seguridad alemán. El primer comandante del campo fue el SS-Untersturmführer Arnold Schmidt, aunque durante un corto período de tiempo.
A finales de 1940, se convirtió en un campo de concentración (campo policial de tránsito). El segundo comandante fue el SS-Untersturmführer Johann Stöver, nombrado en diciembre de ese año. En agosto del año siguiente fue reemplazado por el SS-Untersturmführer Karl Peter Berg, el segundo comandante de Störver.
Rápidamente fueron internados 700 jóvenes judíos que fueron detenidos en diferentes raids en Ámsterdam, en febrero y junio de 1941, y que fueron deportados desde Schoorl hacia Mauthausen, en Austria, donde casi todos ellos fueron asesinados ese mismo año. Sólo dos pudieron sobrevivir.
Schoorl fue un campo de concentración hasta noviembre de 1941, cuando fue subsumido por el campo de Amersfoort. A pesar de esto, el Ejército alemán continuó utilizando sus instalaciones, hasta el final de la guerra. Durante el corto período de tiempo en que fue utilizado como campo de concentración, no quedaron registros de los internados, aunque se supone que llegó a los 900 presos. De estos, un buen número estuvieron relacionados con el Partido Comunista holandés. Además hubo 25 mujeres, que fueron transferidas al campo de Ravensbrück.
Después de la guerra fue utilizado brevemente como campo de internamiento para nazis holandeses y colaboradores. Volvió a ser propiedad del Ejército holandés en 1946, antes de ser nuevamente clausurado en 1949.