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Memorial Nacional del Campo de Amersfoort
En 1939, el Ejército holandés construyó un campamento militar de barracones en las proximidades de Amersfoort, destinado a dar apoyo a un grupo de artillería que estaba realizando maniobras por la zona. Poco después, el campo era utilizado con fines militares, hasta el estallido de la guerra.
En mayo de 1941, lo que oficialmente se conocía como el “campo policial de tránsito” de Amersfoort, a las afueras de esa ciudad, fue establecido como un campo del Servicio de Seguridad nazi; los primeros presos llegaron en agosto de ese año. La idea era utilizarlo como campo para custodia policial y para alojar a los judíos detenidos en la región.
El campo era un lugar dominado por el hambre, caos, miedo y violencia. Las condiciones sanitarias eran terribles. El campo fue utilizado tanto como “campo de tránsito” como de “custodia preventiva” o castigo. Por tanto, podemos decir que pasó por dos etapas diferentes. La primera entre agosto de 1941 y marzo de 1943, durante el cual 9.000 presos fueron internados en el campo. La segunda fue su uso para interna a los judíos de la zona, a pesar de la resistencia de las autoridades municipales, que no pudieron evitar el aislamiento de los judíos de la vida económica y cultural. El 22 de abril de 1943, la mayor parte de la población judía fue transferida desde el campo de Amersfoort hasta Vught, desde donde fueron deportados hacia Polonia para su exterminio, vía el campo de Westerbork.
Entre la primera y la segunda fase, el campo pasó por un breve período de reconstrucción. Durante la segunda fase, más de 28.000 personas fueron internadas en Amersfoort, entre junio de 1943 y abril de 1945. En este período se convirtió en un campo de tránsito hacia los campos de concentración del Este.
Más de 37.000 presos estuvieron detenidos en Amersfoort, más de 9.000 de ellos con sentencias de varios meses, y aproximadamente unos 20.000 presos fueron deportados hacia otros campos de concentración.
El primer comandante del campo fue el SS-Obersturmführer Walter Heinrich, un policía que tenía poca experiencia con la organización interna de un campo de concentración. Sin embargo, entre su personal había antiguos guardias del campo de Dachau que se hicieron cargo de la organización. El campo estaba guardado por una compañía de las SS.
Inicialmente, el campo de Amersfoort estaba compuesto por 17 barracones de madera, cinco ocupados por los presos. En 1942, el SD ordenó agrandar el campo, añadiendo 10 instalaciones de piedra, barracones y edificios para acomodar talleres. Aunque los barracones de madera estaban pensados para un máximo de 600 presos, en ocasiones llegaron a alojar hasta 4.000. Por eso, las enfermedades contagiosas, como la disentería y el tifus, estaban tan extendidas.
Un mínimo de 658 presos murieron en el campo, de los que 428 fueron fusilados, aunque existen fuertes evidencias de que el número está incompleto. La mayoría de los presos eran hombres, de diversas procedencias, internados por diferentes motivos. Había gitanos, Testigos de Jehová, homosexuales, traficantes del mercado negro, etc. También hubo un elevado número de luchadores de la resistencia, judíos, sacerdotes protestantes y católicos, prisioneros políticos y rehenes. También existía un búnker, consistente en 22 celdas de castigo, en el que eran internados los presos llamados “Noche y Niebla”.
Poco antes del final de la guerra, los nazis destruyeron casi todos los documentos relacionados con la administración del campo. Las tropas Aliadas llegaron al campo de Amersfoort el 7 de mayo de 1945. En el momento de la liberación apenas quedaban 500 supervivientes en el campo, y muy pocos eran judíos.
Posteriormente, la Cruz Roja instaló un servicio para ciudadanos repatriados y el Ejército usó el campo como prisión para criminales de guerra y colaboradores.
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La creación del memorial
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Poco después de su entrega a la Cruz Roja y la liberación por tropas Aliadas, en 1945, el campo de Amersfoort fue inaugurado como memorial nacional, en 1953. Los antiguos presos del campo financiaron la construcción de una estatua llamada “El hombre de piedra”, erigida en el antiguo foso de fusilamientos. Los edificios de las instalaciones del campo, que se convirtieron en barracones después de 1946, fueron completamente destruidos entre 1969 y 1971.
En 1995 se construyó un nuevo memorial, y después de su completa renovación fue ampliado para alojar un centro de visitantes, en 2002. En abril de 2004 se completó el centro de visitantes, para incluir también varios monumentos existentes y los edificios del museo, localizado en los terrenos desde 1947.
Uno de los vestigios más llamativos de la historia del campo de Amersfoort es la entrada principal, que ha seguido funcionando, después de 1945, y que ahora proporciona acceso a la escuela de la fuerza de policía.
El 5 de marzo de 1945, los nazis llevaron a cabo una serie de ejecuciones, por el fracasado intento de asesinar al general de las SS Hanns Rauter por la Resistencia holandesa. Por eso, se fusilaron 50 personas en el campo de Amersfoort. En la actualidad, en ese mismo sitio está la estatua del “Hombre de Piedra”, diseñada por Frits Sieger, e inaugurada en mayo de 1953. La designación oficial de la estatua es “Prisionero frente al pelotón de ejecución”.
Otro de los monumentos, denominado Koedriest, recuerda a los presos rusos asesinados en el campo. Está instalado en el lugar en el que, en 1942, murieron un total de 77 víctimas rusas, de un grupo de 101 presos, que llegó en septiembre de 1941 al campo.
También existe un cementerio judío, en conmemoración de las víctimas de esta religión, y un cementerio de guerra en el que están enterradas 400 víctimas de la Primera y Segunda Guerra Mundial. También hay algunos presos del campo de Amersfoort, soldados holandeses que murieron en cautiverio, y 238 aviadores aliados ejecutados.
En el cementerio de Ereveld están enterradas 865 víctimas de la guerra procedentes de la Unión Soviética, junto a los 101 prisioneros de guerra soviéticos asesinados.
Tres placas recuerdan el asesinato de 10 presos del campo de Amersfoort, fusilados el 20 de marzo de 1945. En la pared, aún se pueden apreciar las marcas del fusilamiento. Otro de los monumentos es la “campana de la súplica”, que recuerda a las súplicas olvidadas. Dos veces al año suena la campana, el 19 de abril y el 4 de mayo.
Existen en los alrededores del campo otros monumentos y placas conmemorativas que recuerdan diferentes matanzas de presos y de rehenes que tuvieron lugar en el campo de Amersfoort.
En el museo se encuentran un gran número de objetos que recuerdan el funcionamiento del campo.
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