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Memorial Museo Yad Vashem

Israel es el único país del mundo que tiene una ley que obliga a la conmemoración oficial del Holocausto, una evidencia más de la centralidad de este acontecimiento en la experiencia cultural y colectiva del Estado.

La idea de establecer un memorial en Palestina por los judíos que eran víctimas del Holocausto fue concebida durante la Segunda Guerra Mundial, en 1942, cuando comenzaron a llegar los informes del genocidio de los judíos en los países ocupados. Cuando la guerra acabó y se tuvo plena conciencia de la extensión de la catástrofe, esta propuesta tuvo mucha más aceptación. Sin embargo, el estallido de la Guerra de Independencia israelí, en mayo de 1948, dejó la idea de la construcción del memorial de Yad Vashem en espera.

Yad Vashem fue establecido en 1953 por una decisión del Knesset (Parlamento israelí), como un centro de documentación e investigación, educación y memoria del Holocausto. Desde entonces, Yad Vashem ha documentado la historia del pueblo judío durante el Holocausto y ha preservado la memoria de los seis millones de víctimas judías. Yad Vashem, la Autoridad de Recuerdo de los Mártires y Héroes del Holocausto, se encuentra situada en Har Hazikaron (el Monte del Recuerdo), en Jerusalén.

La Autoridad ha sido formada como una institución corporativa, administrada por un consejo y un directorio. Según la Ley de Yad Vashem, el gobierno participa en el coste de su construcción y mantenimiento, pero la Autoridad recibió permiso para aceptar donaciones, ingresos y contribuciones de otras fuentes. La Ley también establece que el Ministro de Educación establezca regulaciones para regular las formas de operar de la autoridad.

Desde su creación, Yad Vashem se ha encargado de documentar la historia del pueblo judío durante el período del Holocausto, de preservar la memoria y la historia de cada una de los seis millones de víctimas, y de impartir el legado del Holocausto a las generaciones por venir, a través de sus archivos, biblioteca, escuela, museos.

Diversas instalaciones, como el museo histórico, la Sala del Recuerdo, la Sala de los Nombres, el Memorial de los Niños y una sección de investigación, junto a la biblioteca, el archivo y la Escuela Internacional para Estudios del Holocausto, etc., se encuentran alojados en los numerosos edificios que forman el memorial. El Valle de las Comunidades, la Avenida de los Justos entre las Naciones, y un gran número de esculturas, rodeadas de prados y árboles, también pueden encontrarse en estos terrenos.
 
El Museo Histórico es el lugar central de información para visitantes. Como instituto educativo y de investigación, Yad Vashem tiene un archivo que consta de 62 millones de documentos y más de 260.000 fotografías, así como películas y vídeos sobre el Holocausto. En 2005, el Museo Histórico fue reabierto, asumiendo una nueva concepción de las exposiciones, en un nuevo edificio diseñado por el arquitecto Moshe Safdi.

La recogida de objetos, materiales de archivo, testimonios de la historia del Holocausto, tanto de Israel como del resto del mundo, comenzó ya en 1955, dos años después de la creación del memorial de Yad Vashem.

En las últimas décadas se ha llevado a cabo una constante expansión del memorial: se han instalado varios monumentos, se ha construido un edificio para la biblioteca y el archivo; en 1973 se estableció un departamento educativo, que ha desarrollado un constante trabajo sobre la historia del antisemitismo y del Holocausto, etc. También se estableció ese año un Centro de Enseñanza del Holocausto, en estrecha cooperación con la Universidad Hebrea.

La colección de archivos de Yad Vashem, el depósito de material más grande y más completo sobre el Holocausto del mundo, comprende 68 millones de páginas de documentos, accesibles al público. La librería acoge más de 100.000 títulos en numerosas lenguas, miles de publicaciones periódicas y un gran número de ediciones raras.

Educación e investigación

La Escuela Internacional para el Estudio del Holocausto es la única escuela de este tipo en el mundo, por la que pasan más de 185.000 estudiantes al año de Israel, junto a miles de educadores de Israel y de todo el mundo. Los cursos para profesores se ofrecen en numerosas lenguas y en hebreo, y también la escuela también envía a personal especializado a todo el mundo, para proporcionar educación sobre el Holocausto.

El equipo de expertos de la Escuela desarrolla una gran variedad de programas educativos y ayudas de estudio sobre el Holocausto, incluyendo programas multimedia avanzados, mapas, libros, y otros recursos educativos.

El Instituto Internacional para la Investigación del Holocausto coordina y apoya investigaciones, a nivel nacional e internacional, organiza conferencias y coloquios, y publica una gran variedad de trabajos sobre el Holocausto, incluyendo memorias, diarios, estudios históricos y memorias escolares.

También existe un creciente catálogo de publicaciones en hebreo e inglés, que incluye libros de historia, diarios y colecciones de documentos. Yad Vashem ha publicado más de 200 libros, en referencia principalmente al Holocausto y a la sociedad Israelí.

Ceremonias conmemorativas

El Día de Recuerdo de los Mártires y Héroes del Holocausto fue establecido en 1953 por el Parlamento israelí, el 27 Nissan, una fecha que normalmente cae hacia finales de abril y comienzos de mayo. Esta fecha está marcada en Yad Vashem por una solemne ceremonia de Estado en la Plaza del Ghetto de Varsovia, a la que asisten numerosos dignatarios, y en la que participan el Presidente y el Primer Ministro del Estado de Israel.

A la mañana siguiente se celebra una ceremonia para depositar una corona en la Plaza del Ghetto de Varsovia, seguida de una ceremonia de que “cada persona tiene un nombre”, en la Sala del Recuerdo, donde el público es invitado a leer los nombres de las víctimas judías del Holocausto. El ceremonial tradicional principal se lleva a cabo en la Sala del Recuerdo y el día concluye con una ceremonia del movimiento juvenil.

El Día de la Victoria en Europa, el 8-9 de mayo, se observa anualmente en una ceremonia conmemorativa de Estado, llevada a cabo en el Memorial a los Soldados Judíos de Yad Vashem. Los invitados especiales a esta ceremonia son los mismos veteranos de guerra.

Museo de Historia del Holocausto

El nuevo Museo de Historia del Holocausto ocupa 4.200 metros cuadrados, principalmente subterráneos. Se trata de una estructura triangular similar a un prisma que penetra en la montaña desde un lado al otro, acabando en ambos extremos en acantilados al aire libre. La forma triangular fue escogida para soportar la presión de la tierra sobre el prisma mientras recogía la luz del día a través de una claraboya de 200 metros de largo. La luz del día permite ver el contraste con las zonas oscuras requeridas para las presentaciones multimedia. Dentro de las diferentes galerías, la luz entra a través de claraboyas localizadas, dependiendo de los requerimientos de cada exposición.

La estructura crea una secuencia de espacios y da la ilusión de que se desciende dentro de la montaña. Cuando la ruta se aproxima a la salida norte, el suelo comienza a ascender y el triángulo se abre de nuevo, con la salida justo en una ladera de la montaña, mostrando una asombrosa vista del actual Jerusalén.

Tanto multidisplicinariamente como interdisciplinariamente, el Museo presenta la historia de la Shoah desde una perspectiva única judía, enfatizando las experiencias de las víctimas individuales a través de objetos originales, testimonios de supervivientes y temas personales.

El Museo de Arte es también un testimonio de la fuerza del espíritu humano y contiene la colección más grande y más importante del mundo de arte del Holocausto. Incluye trabajos de arte que fueron creados bajo las adversas condiciones del Holocausto y una selección de trabajos realizados después de la guerra por supervivientes y otros artistas.

Una de las directrices básicas para el diseño del Museo era crear una ruta para los visitantes dedicada a envolver la narrativa, con un comienzo, una zona intermedia y un final, a través de un eje longitudinal de memoria histórica, atravesada por el visitante para moverse de una galería a otra y de un tema a otro. Las exposiciones, completadas con objetos originales, documentación, testimonios, películas, literatura, diarios, cartas y trabajos de arte, enfatizan las historias humanas únicas de la población judía en Europa durante aquellos terribles años.

El Museo también contiene un centenar de pantallas de vídeo que muestran los testimonios de los supervivientes y cortometrajes.

Una de las galerías muestra “El mundo que fue”, en la entrada del Museo, una proyección de vídeo-arte de Michal Rovner, que retrata el mundo judío antes del Holocausto, mostrando el mundo de las personas dentro de sus comunidades, un mundo que ahora se ha desvanecido.

Otra exposición examina la Alemania nazi y sus políticas antisemitas, desde la llegada al poder hasta el estallido de la Segunda Guerra Mundial, mostrando los dramáticos cambios impuestos por los nazis que transformaron a los judíos alemanes en sujetos marginales. El visitante se encuentra frente a numerosos signos antisemitas que se convirtieron en un elemento común en la Alemania nazi.

El Centro de Visitantes

Se trata del punto de reunión, orientación, información y recepción del memorial. El edificio está abierto en todas direcciones a las vistas sobre el memorial y el paisaje que lo rodea.

Librería y Centro de Investigación

Está localizado en el nuevo complejo de entrada de Yad Vashem, y proporciona una amplia variedad de referencias de libros, artículos multimedia, memorias y literatura sobre el Holocausto. También actúa como centro de investigación y ofrece tanto las publicaciones de Yad Vashem como materiales educativos preparados por la Escuela Internacional para Estudios del Holocausto.

Sala del Recuerdo

El primer monumento que se construyó en Yad Vashem fue en memoria de los seis millones de víctimas judías del Holocausto. La Sala del Recuerdo fue diseñada en un proyecto en 1957, y fue dedicada en 1961. Está construida con grandes rocas de basalto una encima de otra, como una gran lápida. El visitante entra en la Sala a través de una pesada puerta negra, diseñada por David Palombo, en la que las barras de hierro forman una composición de formas rotas y atormentadas, como una reminiscencia de un campo de batalla desierto.

El techo de la Sala del Recuerdo tiene forma de pirámide, que crea un amplio espacio entre las paredes y el techo, permitiendo a la luz entrar. El suelo de la sala está gravado con los nombres en hebreo e inglés de 22 campos de concentración, campos de exterminio y otros grandes centros de genocidio. Una Llama Eterna brilla en uno de los rincones, en una copa de bronce rota, abierta hacia la obertura en el techo, como un grito interrumpido de súplica al cielo. Frente a la llama eterna hay un nicho que contiene las cenizas de las víctimas desconocidas, que fueron llevadas desde los diferentes campos de concentración, después de la guerra. Así es posible, aunque sólo sea de forma simbólica, dar a las víctimas del Holocausto un entierro oficial.

La Sala del Recuerdo se ha convertido en el Cenotafio estatal, donde los dignatarios extranjeros y huéspedes oficiales expresan sus respetos por las víctimas del Holocausto.

La Sala de los Nombres

La Sala de los Nombres es un tributo a las víctimas, recordándolas no como números anónimos sino como seres humanos individuales. Las “Páginas de Testimonio” son lápidas simbólicas que recuerdan los nombres y datos biográficos de millones de mártires, datos proporcionados por familiares y amigos. Hasta la fecha, Yad Vashem ha computerizado más de 3.2 millones de nombres de víctimas del Holocausto, compilando más de 2 millones de Páginas de Testimonio y diversas listas más.

La Sala está compuesta por un cono de diez metros de alto que contiene 600 fotografías y fragmentos de Páginas de Testimonios. Esta exposición representa una fracción de los seis millones de judíos muertos. Los retratos de las víctimas están reflejados en agua, en la base de un cono opuesto cavado en la roca de la montaña.

Al final de la Sala hay una pantalla de cristal en la que se proyectan Páginas de Testimonios. Desde aquí se puede acceder al centro informático y de investigación, la base de datos central de los nombres de las víctimas de la Shoah.

El Pilar del Heroísmo

Diseñado en 1970 por Buky Schwartz, el Pilar del Heroísmo es un pilar de 21 metros de alto, que se encuentra al borde de una plaza. En la lejanía, el pilar se asemeja a una alta chimenea, recordando las chimeneas de los crematorios de los campos de exterminio en los que eran quemados los cuerpos de las víctimas.

El Pilar fue erigido en Yad Vashem después de la Guerra de los Seis Días, en 1967, cuando Israel aún estaba celebrando su victoria; esta guerra fue percibida como la antítesis del Holocausto: Israel tenía el pleno control de su seguridad, al contrario que los judíos de la Europa nazi.

El pilar tiene tres lados hechos de paneles cóncavos de acero; los paneles frontales llevan la inscripción: “a los mártires, a los luchadores del ghetto, a los partisanos, a aquellos que se rebelaron en los campos, a los luchadores clandestinos, a los soldados en los ejércitos, a aquellos que salvaron a sus hermanos, a las personas valientes que tomaron parte en la inmigración clandestina, a los héroes de valor y revuelta, por la vida eterna”. Esta rodeado por bloques de cemento gris que simbolizan la destrucción.

La inscripción fomenta el concepto de heroísmo, altamente valorado en ese período, tanto el heroísmo físico de los luchadores como el heroísmo espiritual de los mártires.

El Monumento del Ghetto de Varsovia

En 1973, Yad Vashem decidió crear una zona para llevar a cabo las ceremonias oficiales del Día de Recuerdo de los Mártires y Héroes, que hasta aquel momento se habían realizado frente a la Sala del Recuerdo.

Al final de la gran plaza existe una copia del Monumento del Ghetto de Varsovia de Nathan Rapoport, cuyo original fue erigido en Varsovia en 1948. El monumento, construido entre 1975-1976, está compuesto por dos relieves de bronce montados en un muro de ladrillo rojo que simboliza los muros del ghetto. Entre los relieves se encuentra la inscripción “bedamaich chayi” (en tu sangre vivirás).

El relieve de la derecha, La Última Marcha, describe las deportaciones masivas de judíos a los campos de exterminio: ancianos, niños, hombres y mujeres, enfatizando la naturaleza indiscriminada de la deportación y el exterminio de los judíos europeos. El relieve de la izquierda retrata el Levantamiento del Ghetto de Varsovia: hombres y mujeres de todas las edades, en poses dramáticas, alzando en sus manos sus pobres armas (un rifle, una piedra, una daga y una granada); en el centro se encuentra la figura de Mordechai Anielewicz, llevando la llama que encendió el espíritu de la rebelión.

Los dos extremos representados en este monumento (el Levantamiento es vertical, expresivo y dinámico, y La Última Marcha es horizontal y muestra un tempo más monótono), expresan claramente el contraste entre la fuerza y el poder de los héroes, y la pasividad y debilidad de las víctimas, que “fueron conducidas mansamente al matadero”.

El Monumento de los Niños

En 1976, Yad Vashem encargó a Moshe Safdie el diseño de un memorial a los 1.5 millones de niños que murieron durante el Holocausto. El monumento fue dedicado en 1987, después de que dos supervivientes que habían perdido a su hijo de dos años en Auschwitz financiaran el proyecto.

En una colina hay una serie de postes blancos, similares a troncos de árboles, de diversas alturas, que simbolizan a los niños cuyas vidas fueron cortadas a diferentes edades. Desde aquí, un largo pasaje lleva a una puerta de hierro, cerca de la que se encuentra la cara del hijo de los financieros del proyecto, Uziel Spiegel, en relieve. La puerta se abre a una oscura sala subterránea: en la entrada hay fotografías de nueve niños (cinco niños, incluyendo a Uziel Spiegel, y cuatro niñas). En el centro de la sala, una caja de cristal contiene cinco velas, cuyas llamas son reflejadas por espejos, produciendo innumerables reflejos de luz brillante en las paredes de cristal, reminiscencia de un cielo estrellado. Como trasfondo, la música resuena, y las voces leen en hebreo, inglés y yiddish los nombres, edades y lugares de origen de los niños que murieron en el Holocausto.

El Memorial a los Soldados y Partisanos Judíos

Diseñado por Bernie Fink, el Memorial a los Soldados y Partisanos Judíos fue completado en 1985, y está dedicado a los 1.5 millones de soldados judíos, luchadores del ghetto, partisanos y soldados en las fuerzas Aliadas que lucharon contra la Alemania nazi.

La estructura comprende seis bloques hexagonales oblongos de granito, amontonados en dos grupos de tres, creando una Estrella de David, alrededor de una espada de acero en el centro. Los seis bloques de granito representan a los seis millones de judíos muertos, la Estrella de David simboliza al pueblo judío, y la espada, la lucha contra los nazis. Utilizando está combinación, el artista conecta a los soldados judíos en las fuerzas Aliadas y a los soldados israelíes modernos.

Frente al monumento hay una plaza con forma de menorah. El monumento lleva la siguiente inscripción en hebreo, inglés, ruso, francés y yiddish: “Gloria a los Soldados y Partisanos judíos que lucharon contra la Alemania nazi”.

Cada año, el 9 de mayo, se realiza una ceremonia ante este monumento, que marca la victoria de las fuerzas Aliadas sobre la Alemania nazi.

El Valle de las Comunidades

La idea de conmemorar las comunidades destruidas en la Europa nazi aparece en la Ley de Yad Vashem de 1953, que establecía la creación de una autoridad para conmemorar “las comunidades, sinagogas, movimientos y organizaciones, instituciones públicas, culturales, educativas, religiosas y de caridad que fueron destruidas y arruinadas por las diabólicas estratagemas para borrar el nombre de Israel y su cultura de la faz de la tierra”.

Localizado en la parte occidental del complejo de Yad Vashem, el Valle de las Comunidades, diseñado por Lipa Yahalom y Dan Zur, fue dedicado en 1992, formado por más de un centenar de secciones al aire libre, separadas cada una por muros de piedra de Jerusalén. Visto en su conjunto, el sitio se asemeja a un conjunto de ruinas, describiendo un mundo que ha desaparecido.

A la entrada del Valle está la siguiente inscripción: “Este memorial conmemora a las comunidades judías destruidas por la Alemania nazi y sus colaboradores, y a las pocas que sufrieron pero sobrevivieron a la sombra del Holocausto. Durante más de un milenio, los judíos vivieron en Europa, organizando comunidades para preservar su identidad diferenciada. En períodos de relativa tranquilidad, la cultura judía floreció, pero en períodos de desasosiego los judíos fueron obligados a huir. Allí donde se asentaron, dotaron a los pueblos entre los que vivían con sus talentos. Aquí, sus historias serán explicadas”.

Cada sección del Valle representa una región en la Europa de preguerra con una población judía importante. El nombre de la principal comunidad de la región está gravado en piedra de Jerusalén; los nombres de otras comunidades están escritos en placas de mármol.

El Valle de las Comunidades no es una descripción o un mapa exacto de la Europa de preguerra, sino que nos muestra la localización de los principales centros de la vida judía, de acuerdo a su importancia, sin tener en cuenta ningún tipo de descripción territorial. En palabras de Elly Dlin, director del Valle de las Comunidades, esto es “geografía judía”.

La tarea de los arquitectos que crearon el Valle de las Comunidades era crear un monumento a las ruinas, un acto que requería la “con”-strucción de la “de”-strucción. Por tanto, no se construyó nada por encima del suelo, sino que fue excavado en la tierra. Parece que una gran catástrofe había ocurrido y que el rico mundo que los judíos vivían antes de la guerra hubiese desaparecido, de pronto, sin dejar más que unos rastros de su existencia.

Desde el suelo, las paredes de roca alcanzan hasta una decena de metros de altura, y el visitante se siente pequeño ante el tamaño del monumento, abrumado por su propia insignificancia y por la enormidad de lo que se perdió. El Valle es un laberinto de patios y muros, de callejones sin salida en los que se intenta que el visitante sienta un cierto grado de inseguridad, de encontrarse atrapado.

En las blancas paredes de piedra de Jerusalén están inscritos los nombres de más de 5.000 comunidades, en 107 muros de piedra que representan el mapa de Europa y el Norte de África. En el Valle, el visitante está rodeado por estos nombres.

Dentro de este memorial se encuentra Beit Hakehilot, literalmente la Casa de las Comunidades, un centro educativo y de investigación, en el que se muestra un audiovisual en el que se presenta el papel de la comunidad en la vida judía. Está planeada la reconstrucción de la información sobre los principales datos de esas comunidades.

La Avenida y Jardín de los Justos entre las Naciones

La Avenida y Jardín de los Justos entre las Naciones, honra a los no judíos que actuaron según los nobles principios de la humanidad y que arriesgaron sus vidas para ayudar a los judíos durante el Holocausto. Dos mil árboles, símbolo de la renovación de la vida, han sido plantados en esta avenida y sus alrededores. Las placas junto a cada árbol contienen los nombres de aquellos que son honrados, junto a su país de residencia durante la guerra. Otros 19.000 nombres de no judíos reconocidos por Yad Vashem como Justos están gravados en muros, de acuerdo con el país, en el Jardín de los Justos entre las Naciones.

Memorial de los Deportados

El Memorial de los Deportados es un vagón de ganado original que fue utilizado para transportar a miles de judíos a los campos de concentración y exterminio, donado por las autoridades polacas. Se encuentra en el centro del memorial de Yad Vashem. Colgado en el filo de un abismo frente al bosque de Jerusalén, el monumento simboliza tanto el horror inminente como el renacimiento que siguió al Holocausto.

La Sinagoga

La nueva Sinagoga sirve como lugar en el que los visitantes pueden orar por aquellos que desaparecieron, pero también como monumento a las sinagogas que fueron destruidas en Europa. Allí se encuentran 31 objetos distintos, incluyendo 4 arcos de la Torah, procedentes de Rumanía, y varios otros objetos del judaísmo de toda Europa. También hay objetos rituales procedentes de Polonia, Grecia, Transnistria, Alemania y Eslovaquia.

El Centro Visual

Se trata de un centro para la recogida, estudio y visionado de películas sobre el Holocausto y otros temas relacionados. El núcleo de la colección son las numerosas películas que fueron adquiridas por Yad Vashem con ánimo de investigación. Además, ha comenzado a crear una base de datos de informaciones detalladas sobre todas las películas relacionadas con el Holocausto, así como los testimonios de los supervivientes.

Plaza de Janusz Korczak

En esta plaza se encuentra la escultura de Korczak y los Niños del Ghetto, en honor del gran pedagogo judío-polaco Dr. Henrik Goldschmidt, conocido por su pseudónimo de Janusz Korczak. Se trata de una escultura de bronce de un grupo de niños a los que cobija, abrazándolos protectoramente con sus brazos.

La figura de Korczak es considerablemente más grande que las de los niños, aunque sólo su cara y sus manos son visibles, uniendo al grupo en su abrazo. Los niños son altos y delgados, con sus manos colgando sin vida y sus cabezas agachadas.

Janusz Korczak y los niños de su orfanato fueron enviados al campo de exterminio de Treblinka el 5 de agosto de 1942. Cada año, en esa fecha, se lleva a cabo una ceremonia conmemorativa en el monumento que agrupa a muchos de los niños a su cargo que pudieron sobrevivir al Holocausto.

La Plaza de la Familia

Fue construida para conmemorar a la familia judía en el Holocausto. Dentro de la plaza se encuentra una escultura, estratégicamente colocada para observar la impresionante vista de Jerusalén y sus suburbios.

El Panorama de los Partisanos

El visitante de esta zona puede ver la silueta de un árbol de seis metros de alto con las figuras de cientos de hombres, mujeres y niños, camuflados en sus ramas y dispuestos entre el follaje, su tronco y sus raíces. Sus ramas humanas son una expresión de la esperanza de que los partisanos sobrevivan y de la lucha contra los alemanes.

La Ambulancia Sueca

Hacia el final de la guerra, cuando la Alemania nazi se acercaba a la catástrofe inevitable de la derrota, el Conde Folke Bernadotte, representante de la Cruz Roja sueca, llegó a un acuerdo con los dirigentes de las SS para que liberasen a un grupo de prisioneros de los campos de concentración alemanes. La ambulancia representa una de los 36 autobuses de la Cruz Roja sueca que entraron en Alemania en marzo y abril de 1945 para transportar a 25.000 prisioneros, entre ellos miles de judíos, principalmente mujeres, desde Alemania a Suecia.

Monumento a Le Chambon-sur-Lignon

Le Chambon-sur-Lignon es un pueblo protestante del sur de Francia. Durante la Segunda Guerra Mundial se convirtió en un refugio para los judíos que huían de los nazis y de sus colaboradores franceses. Sus habitantes escondieron a judíos en sus casas, en algunos casos durante cuatro años, proporcionándoles tarjetas de identidad, de racionamiento falsas, y ayudándolos a huir a Suiza.

Gracias al liderazgo del sacerdote del pueblo y su mujer, Andre y Magda Trocme, la población de Chambon actuó según sus convicciones de ayudar a los vecinos que lo necesitaban. Algunos de los habitantes del pueblo, entre ellos Daniel Trocme, primo del pastor Trocme, fueron deportados a los campos de concentración por esta actuación; Daniel Trocme murió en Majdanek.

La familia Trocme fue reconocida por Yad Vashem como Justos entre las Naciones; se plantó un árbol en honor de Andre y Magda, y otro en honor de Daniel Trocme. Pero también se dedicó un pequeño jardín y un árbol en honor de los habitantes de Chambon.

Monumento de Nieuwlande

Una única instancia de acción de rescate colectiva tuvo lugar en el pueblo holandés de Nieuwlande: en 1942-1943, los habitantes del pueblo decidieron que cada hogar escondería a una familia o al menos a un judío. Dada la naturaleza colectiva de esa acción, no se temía la posibilidad de una denuncia, ya que todos los habitantes estaban implicados en el “crimen”. Los 117 habitantes del pueblo fueron reconocidos como Justos entre las Naciones.

El 18 de junio de 1988, un monumento en honor del pueblo de Nieuwlande fue construido en Yad Vashem, en el camino hacia el Valle de las Comunidades.

Contacto

Yad Vashem
Har Hazikaron
91034 Jerusalén
http://www.yadvashem.org